EL HOMBRE Y LA CULEBRA

12 de octubre de 2014

Félix María Samaniego

EL HOMBRE Y LA CULEBRA

A una Culebra que de frío yerta
en el suelo yacía medio muerta,
un labrador cogió; mas fue tan bueno,
que incautamente la abrigó en su seno.

Apenas revivió, cuando la ingrata

a su gran bienhechor traidora mata.

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